PEQUEÑA MIA - Por Santiago Miranda

Han pasado pocos años pero siento como si fueran siglos que he vivido lejos de ti.

Llegaste justo en ese momento, cuando todo se creía terminado y volviste alegrar mi vida.

Al escuchar por primera vez como tu corazón palpitaba, sentí que el mió también lo hacia y creo que ambos, ambos de algo platicaban.

Como he esperado ese momento, para tenerte aquí en mí regazo, decirte cuanto te quiero, cantarte y arrullarte pequeña mía, entre mis brazos y que cruel fue la vida y duro aquel momento cuando partí, ese día sin mirar atrás.

Aun sabiendo que estaba dejando un pedazo de mi, en aquel lugar, en ese momento, sentí como mi pecho se destrozaba por dentro de tanto dolor y tristeza… Eras tan pequeña y hermosa.

Hasta el día de hoy mi alma llora al pensar que estás tan lejos, pero al escuchar tu voz a distancia, la distancia se hace cada vez mas corta.

Cada día que pasa abro mi ventana, observo como el roció del amanecer ha mojado las plantas, también la grama. Miro al cielo, te busco y me pregunto ¿Donde? ¿Dónde y que estará haciendo mi lucero de la mañana?

Hoy como antes, sigo esperando ese momento de tenerte aquí entre mis brazos, para decirte cuanto te quiero, abrazarte y besarte como no lo hice en aquel tiempo.

Te extraño tanto pequeña mía y no hago mas que pensar en ti. Solo quiero que sepas que pronto llegara ese día en que estemos juntos para más nunca, para más nunca separarnos.

Que Dios te bendiga preciosa hija.